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Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es una enfermedad inflamatoria crónica y recurrente. Se manifiesta como zonas de enrojecimiento y descamación en el cuero cabelludo, cara y cuerpo.

La dermatitis seborreica ocurre con mayor frecuencia en los hombres en la adolescencia y entre los 19 y 20 años, y con menos frecuencia en las mujeres. A veces ocurre en bebés en las primeras semanas de vida, pero desaparece por sí solo a los 7-9 meses.

Las causas de la dermatitis seborreica son complejas

La mayoría de las veces es una combinación de varios factores:

  • El hongo condicionalmente patógeno Malassezia. Normalmente se encuentra en el cuero cabelludo y en el cuerpo, pero cuando aumenta la untuosidad, se activa y provoca inflamación;
  • Cambios en la calidad y cantidad del sebo. Es una predisposición genética de secreción de glándulas sebáceas y alteración de la barrera epidérmica;
  • Desequilibrio hormonal. Se presenta con un aumento de las hormonas sexuales masculinas, durante la menopausia, el embarazo, etc;
  • Estrés psicoemocional. El estrés conduce a una mayor producción de sebo y sudor;
  • Disminución de la inmunidad. En presencia de infecciones virales, inmunodeficiencias, cáncer y VIH;
  • Tomar medicamentos antibacterianos. Algunos medicamentos antibacterianos y antimicrobianos alteran la microflora del cuero cabelludo y pueden convertirse en agentes desencadenantes;
  • Atención domiciliaria inadecuada. Uso frecuente de champús secos y sin sulfatos, productos agresivos y de baja calidad y lavados de cabeza inferiores a 2-3 veces por semana.

Cómo se desarrolla la dermatitis seborreica

La combinación de factores desfavorables cambia el equilibrio del pH de la piel al lado alcalino. La composición del sebo se altera y el hongo se activa en la piel, crece intensamente y provoca una reacción inflamatoria, descamación de la piel y, en ocasiones, la adición de una infección secundaria.

La forma leve solo causa descamación del cuero cabelludo. En los casos más graves, aparecen en la piel manchas de color rosa pálido y rosa brillante, cubiertas de escamas amarillas. La picazón y la caspa severa son molestas. Las manchas pueden converger y moverse hacia la frente y los pliegues detrás de la oreja. A medida que avanza la enfermedad, pueden aparecer erupciones en la cara y la espalda. El cabello se vuelve seco y quebradizo, o grasoso y pegajoso, y también se cae mucho.

El curso crónico de la enfermedad y la incomodidad de la misma a menudo conducen a un deterioro del estado psicoemocional. Reduce la actividad social y la calidad de vida de una persona.

Cómo se trata durante las fases de exacerbación y remisión

Los champús antimicóticos se prescriben como una forma de suprimir la actividad del hongo Malassezia. Es necesario usarlos permanentemente en la etapa aguda.

Para mantener la remisión, se usan con menos frecuencia y en concentraciones más bajas, y en su lugar se prescriben peelings y exfoliantes.

Los métodos de tratamiento de hardware se utilizan con éxito. Como los peelings gas-líquido, el darsonval y la terapia con láser, que limpian el cuero cabelludo de escamas y reducen la producción de sebo.

La toxina botulínica también está bajo investigación como tratamiento para la dermatitis seborreica. La toxina botulínica ralentiza las glándulas sebáceas y sudoríparas al reducir la producción de sebo y sudor, inhibiendo así la reproducción de hongos en el cuero cabelludo.

La terapia con plasma del cuero cabelludo tiene un efecto regenerador y antiinflamatorio, necesario para el tratamiento de la dermatitis seborreica, reduce la sequedad del cuero cabelludo y regula la producción de sebo, al mismo tiempo que estimula el crecimiento del cabello y mejora su calidad.

Recomendaciones para la remisión

Con la visita oportuna al médico, la dermatitis seborreica pasa con éxito a la remisión y es posible que no moleste durante mucho tiempo. Te olvidarás de la caspa, el exceso de grasa y el picor del cuero cabelludo si sigues unas sencillas recomendaciones:

  • Adherirse a un estilo de vida saludable (dejar de fumar y el alcohol, limitar los alimentos dulces, picantes y carbonatados);
  • Reducir la cantidad de estrés;
  • Duerma lo suficiente y haga actividad física diaria;
  • Utilice champús y peelings terapéuticos, seleccionados por un tricólogo para mantener la remisión.