Luego pasa a analizar fotografías de cabello y cuero cabelludo, buscando cambios en la estructura del cabello, presencia de caspa, picazón o inflamación de la piel.
Por el momento se conocen más de 200 diagnósticos y después de recopilar toda la información, el médico utiliza su educación, experiencia y nuestras tecnologías de inteligencia artificial para identificar problemas y hacer un diagnóstico.
En algunos casos dudosos, es necesario un examen más profundo del estado del cabello y del cuero cabelludo.
El tricólogo prescribe pruebas y solicita cita presencial en la clínica más cercana para una tricoscopia diagnóstica y, si es necesario, un fototricograma y diagnóstico del folículo piloso extraído.